Declaración de Hillel Neuer,
director ejecutivo de UN Watch, pronunciado ante el Consejo de los Derechos
Humanos de la ONU, el 11 de septiembre de 2013, durante el diálogo interactivo
con los Relatores Especiales.
Doy las gracias a la Relatora
Especial sobre el derecho al agua potable para sus informes sobre Kiribati y
Tuvalu, cuyos retos son dignos de un apoyo internacional.
Señora Relatora, nos gustaría
preguntarle si también estaría dispuesta a examinar la catástrofe humanitaria
que está ocurriendo en Siria.
Según UNICEF, 10 millones de
personas - casi la mitad de la población - no tienen acceso seguro al agua
potable. Los suministros de cloro se han reducido de manera drástica, lo que
aumenta la contaminación del agua del grifo. El acceso al saneamiento y la
higiene se deteriora, amenazando la salud de una gran parte de la población.
Señora ponente, UNICEF también
informa de que los niños corren un riesgo especial de contraer diarrea y otras
enfermedades transmitidas por el agua. Los cortes de energía , escasez de
combustible y los daños causado por el empeoramiento de la infraestructura agravan
la escasez de agua. En al- Qusayr , el agua estuvo completamente cortada en
abril, cuando los combatientes progubernamentales de Hezbolá tomaron el control de la planta local
de agua.
Señora ponente, como experta del
Derecho al Agua y al Saneamiento, ¿hay alguna razón que explicaría por qué la crisis
devastadora del agua en Siria no está en su informe de este año, ni en ninguno
de sus informes anteriores ? ¿Ha usted solicitado en visitar Siria, o los países
vecinos para escuchar los testimonios de los refugiados ?
Veo en su página Web de las
Naciones Unidas que en los últimos años ha emitido 54 declaraciones. De éstas,
sólo una trata Siria - una declaración conjunta de hace dos años y medio, que
se firmó con otros 6 expertos.
Señora ponente , apreciamos sus
informes sobre las islas de Kiribati y Tuvalu. Al mismo tiempo, no se puede
dejar de notar que la isla de Kiribati tiene una de las poblaciones más
pequeñas del mundo, inferior a 100.000 personas. Tuvalu tiene aún menos : una
población total de 10.000.
Desde cualquier punto de vista,
señora ponente, estos son algunos de los lugares más pequeños de la tierra.
Por lo tanto, quiero
preguntarle: ¿por qué lógica y metodología deberíamos estar dedicando el
tiempo y la atención, escasos y limitados, de este organismo mundial a los
desafíos del cambio climático de Kiribati y Tuvalu – aunque reales y importantes
- en lugar de la crisis humanitaria que afecta al agua, el saneamiento y la
salud de millones de víctimas en todo Siria, y de millones de refugiados sirios
en los países vecinos?
Tres años después del masacre de
más de 100.000 personas , por qué solo hemos oído unas pocas declaraciones en
Siria por todos los expertos en derechos humanos de este consejo?
Tres semanas después de que más
de 1.000 personas fueron gaseados hasta la muerte en Damasco, incluyendo 400
niños, ¿por qué este Consejo de Derechos Humanos se negó en convocar una
sesión de emergencia o un debate?
¿El Relator Especial sobre los
derechos humanos y las sustancias peligrosas , quien acabamos de escuchar ,
considera hacer frente a las existencias de gas sarín en Siria?
No digo que este consejo no hace
nada. Sé que habrá un debate el lunes , que estaba previsto desde hace meses.
Pero ¿dónde está el sentido de urgencia? ¿Dónde está la indignación?
Gracias, señor Presidente.
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