13 noviembre, 2012

Entre la “victoria” y el “absurdo”


El director de la organización UN Watch, Hillel Neuer, aseguró que la entrada de Venezuela en el Consejo supone que las Naciones Unidas “garantizan la legitimidad de un régimen liderado por un autócrata que sistemáticamente acosa a periodistas, jueces, activistas por los derechos humanos y líderes estudiantiles, y es un defensor de los carniceros de Siria e Irán”. — Radio Netherlands Worldwide, 13 de noviembre de 2012.


Nov. 13, 2012
Radio Netherlands Worldwide
By Joaquín LLaude

El ingreso de Venezuela en el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de la ONU levanta ampollas entre parlamentarios, activistas y ONG’s que cuestionan la política del presidente Hugo Chávez en esta materia.

Ya desde su fundación en 2006, CDH ha sido objeto de críticas y ha generado escepticismo entre diversos sectores que dudan de su utilidad, e incluso legitimidad, por la lista de países dudosos de respetar los derechos humanos que la han integrado, como China, Cuba, Rusia y Libia.

Una realidad que se acentuó ayer con la entrada en este organismo de Venezuela, que se incorporó al mismo pese a la campaña emprendida contra la candidatura venezolana por parte de 40 parlamentarios y activistas pro derechos humanos de 19 países (entre los que se incluyen Estados Unidos, Francia y el Reino Unido).

En una nota conjunta, mostraron su “firme oposición” a la entrada de Venezuela en el Consejo debido a “su mala trayectoria con respecto a la protección de los derechos humanos en el ámbito local”.

En este sentido, aseveraron que el gobierno venezolano “no cumple con los criterios mínimos de membresía que establece la Asamblea General de la ONU”, por lo que calificaron su entrada en el organismo como “un absurdo”.

Por ello, instaron al CDH a adoptar una resolución en la que elevaron un punto más el nivel de crítica, al reprobar al gobierno de Chávez por “las violaciones constantes y sistemáticas de los derechos humanos y las libertades fundamentales del pueblo de Venezuela”.

En la misma línea, el director de la organización UN Watch, Hillel Neuer, aseguró que la entrada de Venezuela en el Consejo supone que las Naciones Unidas “garantizan la legitimidad de un régimen liderado por un autócrata que sistemáticamente acosa a periodistas, jueces, activistas por los derechos humanos y líderes estudiantiles, y es un defensor de los carniceros de Siria e Irán”.

Una visión radicalmente distinta a la ofrecida por el vicepresidente y canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, que aseguró que el ingreso de su país en la ONU supone “una gran victoria” para la nación, que se enmarca en un “año de grandes victorias de Chávez en el ámbito internacional”.

Entre ellas, incluyó la entrada de Venezuela en el Mercosur o la designación de Caracas para que organice la próxima Cumbre de Países No Alineados en 2015.

¿Incongruencia política?

Hace apenas unos meses, Chávez decidió retirar a Venezuela tanto de la Comisión como de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) de la OEA, después, por considerar que ambos organismos actuaban de forma “parcial”contra su país.

El máximo mandatario de Venezuela acusó a la CorteIDH de “apoyar el terrorismo” después de que este tribunal concluyera que el venezolano Raúl Díaz, detenido por cuestiones políticas en su país, sufrió “tratos inhumanos y degradantes en prisión”.

La decisión de Chávez fue interpretada entonces como la búsqueda de un cheque en blanco hacia la impunidad por parte del líder bolivariano, que puede entrar en contradicción con la entrada ahora de Venezuela en la CDH.

Esta dualidad siembra una sombra de incertidumbre sobre la política seguida por el presidente venezolano con respecto a los derechos humanos y sobre las causas que han llevado a los países de la región latinoamericana a proponer a Venezuela como miembro del CDH.

Dudas a las que el profesor de Derecho Internacional de la Universidad de Maastricht, Fabián Raimondo, concede dos posibles explicaciones. Una primera por la cual los países de la región propusieron a Venezuela como miembro del Consejo “porque avalan la decisión del gobierno de Chávez de abandonar la Corte Interamericana”, explicó Raimondo.

Y una segunda según la cual estos países “no la avalan pero consideran que con la entrada de Venezuela en el CDH pueden controlar mejor la aplicación de las leyes sobre derechos humanos” en el país caribeño.

La Asamblea General de la ONU aprobó este lunes con 154 votos de los 193 con que cuenta la Asamblea, el ingreso de Venezuela en el Consejo de Derechos Humanos de la organización internacional. En la votación también fueron admitidos Argentina y Brasil por parte de América Latina y el Caribe, en sustitución de Cuba, México y Uruguay.
El CDH es un órgano intergubernamental de la ONU responsable de fortalecer el fomento y protección de los derechos humanos en el mundo, entre cuyos cometidos está realizar un examen periódico universal a cada uno de los países miembros de la ONU y celebrar sesiones ordinarias y extraordinarias sobre temas concretos.

 

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