La decisión de 2012 de Israel de cortar todos los lazos con el CDH de la ONU, el cual mantiene un permanente ítem de su agenda exclusivamente sobre Israel en cada una de sus reuniones, significaba que también dejaba de lado su programado Examen Periódico Universal (EPU), un proceso que examina a todos los 193 países, durante un día, cada cuatro a cinco años.
El elegido a principios de enero, por sorteo de lotes, para ser uno de los tres supervisores del examen de Israel, fue el recientemente electo miembro, Venezuela, la dictadura de Hugo Chávez, aliada iraní. Un jurado de bandoleros no es justicia, es una farsa.
Un condicionado reflejo coro de
voces apesadumbradas de la ONU, ha arremetido contra la decisión de Israel de
rebotar el EPU acusando al estado judío de causar un daño apocalíptico a una
supuestamente valiosa institución mundial.
En realidad, el EPU es - en su mayoría - una sociedad de elogios mutuos.
Aunque el New York Times elogió entonces las "características universales y de colaboración" del UPR, diciendo que proporciona "una plataforma para examinar y discutir la situación de los derechos humanos, incluso en los regímenes más cerrados y represivos", aparentemente se olvidó que, anteriormente, había informado sobre cómo el régimen libio de Qaddafi emergió de su examen con altas calificaciones:
En realidad, el EPU es - en su mayoría - una sociedad de elogios mutuos.
Aunque el New York Times elogió entonces las "características universales y de colaboración" del UPR, diciendo que proporciona "una plataforma para examinar y discutir la situación de los derechos humanos, incluso en los regímenes más cerrados y represivos", aparentemente se olvidó que, anteriormente, había informado sobre cómo el régimen libio de Qaddafi emergió de su examen con altas calificaciones:
"Hasta la violenta represión de los
disturbios, por parte del Coronel Muammar el-Qaddafi, en las últimas semanas, el
Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas fue amable en su juicio sobre
Libia. En enero, produjo un proyecto de informe sobre el país que es un listado
de exagerados elogios internacionales cuando, sin delicadeza, sugiere mejoras.
Evidentemente, en el consejo de 47 naciones, algunas de ellas son reacias a
llamar negras a las pavas, por lo menos hasta que los acontecimientos fuerzan su
mano."
La ex directora de Amnesty
USA, Suzanne Nossel, calificó al informe de "abominable".
No es por nada que los déspotas
ingresan en este tribunal con confianza y fácilmente. Véase nuestro informe
sobre la
lujosa fiesta de ayer del EPU ofrecida por los Emiratos
Árabes Unidos.
Más aún, aquellos que acusan a Israel de profanar el templo son los mismos que sistemáticamente hacen la vista gorda ante los persistentes y patológicos linchamientos de Israel por parte del consejo: el ítem especial de la agenda y el día especial en contra de Israel en cada sesión; la asimétrica cantidad de resoluciones contra Israel que, a menudo, ascienden a más del total aprobado contra el resto del mundo sumado; la exclusión de Israel de todos los grupos regionales del consejo; y el totalmente parcial mandato del investigador permanente del Consejo sobre Palestina, Richard Falk, quien apoya a Hamas y la teoría de conspiración del 11-S.
Para un consejo que hace tales cosas de manera continua con el fin de acusar a Israel de socavar principios, es el colmo de la audacia y la hipocresía; los denunciantes vienen con las manos sucias - manos muy sucias.
Traducción de José Blumenfeld (Porisrael.org)
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